martes, 14 de junio de 2011

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San Sebastián, Patrón de Camas
Participará en el Cortejo del Corpus

A iniciativa de la Hermandad Sacramental y con la aprobación de la Autoridad Parroquial, la imagen de San Sebastián, Patrón de Camas, será portado por primera vez en un paso el próximo sábado 25 de junio en la Solemne Procesión del Santísimo Sacramento.

El equipo de priostía de la Hermandad Sacramental trabaja en la preparación de las andas procesionales con el objetivo de dar la mayor solemnidad y decoro al Patrón de la ciudad.

Desde hace unos años, la Hermandad Sacramental, viene cuidando el culto a la imagen del Patrón, especialmente realizando la Misa Solemne en su festividad en el mes de enero.


San Sebastián Mártir.

Nació en Narvona Francia, en el año 256, pero se educó en Milán Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios. Como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por causa de su religión. Fue denunciado al emperador Maximiliano, quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo.

El santo escogió la milicia de Cristo. Decepcionado, el emperador le amenazó de muerte, pero Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su fe. Enfurecido Maximiano, le condenó a morir asaeteado. Los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos, se acercaron y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana llamada Irene, que lo mantuvo escondido y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma pero Sebastián se negó rotundamente. Se presentó con valentía ante el emperador, quien desconcertado lo daba por muerto. Sebastián le reprochó con energía su conducta por perseguir a los cristianos. Maximiliano mandó que lo azotaran hasta morir y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y tiraron su cuerpo en un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián. Murió en el año 288.